Cuando Gemma Mengual se lanzó a una piscina en su primera competición internacional (1996), parte del actual equipo de sincronizada apenas se sostenía en el agua sin ayuda de un flotador. La mayor de la nueva hornada es Paula Klamburg (1989), quien ya compitió en el Mundial de Roma, en 2009. El resto se ha ido añadiendo esta temporada en el cambio generacional que ha desarrollado Anna Tarrés. Este grupo debe llegar a los Juegos de 2016, como mínimo. Leer +
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