Tres años en Galicia no han pasado en balde porque, con una sonrisa pícara, reconoce sin ningún tapujo que el marisco figura entre sus platos predilectos del fin de semana, siempre dentro de una dieta estricta. El acento típico de aquella tierra resulta fácilmente apreciable en cualquier conversación con ella. Marta Tudanca, la prometedora jugadora alavesa de baloncesto que hace casi siete años decidió abandonar el calor de su hogar vitoriano para labrarse un futuro en la vida, hace estos días en casa un paréntesis en su ajetreada agenda. Leer +
domingo, 26 de diciembre de 2010
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