Será una de las aficionadas que sigan con mayor atención el Mundial. Es probable que las cámaras enfoquen su rostro más de una vez mientras contempla los partidos desde los palcos de los estadios y acerquen su imagen -la de 'iron lady', como le apodan en su país- a medio mundo. Se llama Anastasia (Natasha) Tsichlas y es una sudafricana por cuyas venas corre el fútbol.
Su padre le transmitió su pasión por el 'deporte rey', está casada con un ex futbolista y ex técnico, Angelo Tsichlas, que jugó como guardameta, y su hijo Stavro es el actual entrenador de porteros del equipo AmaTuks, de la Universidad de Pretoria. Cuenta la prensa de su país que el alias, lejos de ser despectivo, denota el reconocimiento del pueblo de Sudáfrica por sus continuos esfuerzos en la promoción del fútbol femenino en todo el continente. Y es que Natasha, además de sentir como propios los éxitos de la selección absoluta femenina de su país y de una liga femenina que cada vez se extiende a más regiones, ha sido pionera en la alta gestión de este deporte. Leer +
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