domingo, 27 de diciembre de 2009

El partido más largo del mundo


Un total de 54 jugadoras de toda España participan en un encuentro de 24 horas de duración que concluye hoy en el pabellón de El Llano de Gijón.
«Lo importante no es el resultado, es que lo pasen bien, y eso lo tienen asegurado», afirma Fernando Sierra. El técnico del Biesca es uno de los organizadores del partido de hockey sobre patines femenino más largo del mundo. Una iniciativa realizada por el club gijonés, que desde el mediodía de ayer reúne a 54 jugadoras en el pabellón de El Llano con el propósito de completar 24 horas ininterrumpidas jugando al hockey. La solidaridad también toma parte y los fondos recaudados en concepto de entrada a modo de donativo irán destinados a la construcción de una escuela en la ciudad de Nueva Segovia (Nicaragua).
«Todos los años realizamos algún tipo de acontecimiento vinculado con el hockey para reivindicar el deporte femenino. En otras ediciones disputamos un "All star" con las mejores jugadoras de la liga española, también una Copa de Campeones... En esta ocasión buscamos algo diferente», explica Fernando Sierra. La idea de realizar un partido que durase 24 horas fue la escogida, y está resultando todo un acierto. Todas las categorías inferiores del Biesca participan, desde las niñas de 7 años hasta las jugadoras que disputan la OK liga, la máxima categoría de este deporte. También se han sumado otros clubes de Asturias como el Pilar de Pola de Lena, el Mieres y el FM Oviedo, y jugadoras destacadas de otros equipos de España como el Voltregá, Noya, Liceo, Compostela y Alcorcón.

«Venía de vacaciones y mira donde me metí», señala Natasha Lee, internacional gijonesa que milita en las filas del Voltregá catalán. Tras ponerse los patines y participar en uno de los primeros grupos que tomaron parte del juego, desde el banquillo se afanaba en organizar al resto de participantes. «Al principio jugábamos turnos de 30 minutos, pero ahora los alargamos a hora y media para dar tiempo a descansar a los restantes», comenta Lee.

Mientras, en la grada, más de un centenar de asistentes se entremezclaba con jugadoras que aún continuaban aferradas a su stick. «Va a ser guapo jugar de madrugada», comentaba Noemí, jugadora del Liceo coruñés a Laia, del Voltregá. A pesar de haber recorrido un buen número de kilómetros para asistir a la cita deportiva, no les faltaban ganas para saltar a la cancha. «Nos han habilitado la zona del gimnasio para que podamos dormir. Los padres de las jugadoras del Biesca también han traído comida para reponer fuerzas. Es una experiencia estupenda», destacaba Evelyn, quien también milita en el Liceo.

«No hay piquillas, todo lo contrario. Nos sirve para conocernos mejor y entablar una amistad», reconocía Bárbara García, jugadora del Biesca. El formato del campeonato lo corrobora. Las participantes están divididas en dos grupos, unas en el equipo malva y otras en el equipo blanco. En función de la edad se van distribuyendo en turnos, siempre tratando que estén formados por gente de diferentes clubes.

Un gran logo destaca en las camisetas de cada conjunto, en el que se puede leer «(+ =es)», una campaña denominada «más iguales» e impulsada por el Instituto Asturiano de la Mujer para reivindicar los derechos del sexo femenino. «El deporte femenino tiene que seguir creciendo y esta es una buena manera de demostrarlo», subrayaba convencida Natasha Lee.

El cronómetro del pabellón es el encargado de medir la cuenta atrás para conseguir su particular victoria. En él, junto a los goles, se visualiza el tiempo que resta para completar el partido más largo del mundo.

Fuente: La Nueva España.

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