La palentina Marta Domínguez vive inmersa en una vorágine por las tierras de España desde que el 17 de agosto conquistó en Berlín su primer título mundial, el de 3.000 metros obstáculos.
La magistral ejecución que hizo de la rusa Yuliya Zarudneva en el estadio Olímpico berlinés y su nuevo récord de España (9:07.32), que la sitúa, además, al frente del ránking mundial del año, fueron el disparo de salida de una frenética carrera de homenajes y reconocimientos. “Desde que volvió del Mundial no ha parado tres días seguidos en su casa y tiene que ir entrenando allí donde esté. Dentro de todo este lío, intentamos que se entrene al menos cinco días por semana”, explicó César Pérez, el ex corredor de obstáculos que ayuda a Marta a perfeccionar su técnica.
Su viaje más largo fue a Budapest, adonde tuvo que viajar para recibir su trofeo como mejor atleta europea del año. La maleta de Marta empieza a competir con “el baúl de la Piquer” como paradigma de furor viajero. Cuando prepara su equipaje, lo primero que mete son sus zapatillas de entrenamiento y sus plantillas, a fin de poder mantener un grado imprescindible de actividad física para cuando llegue la hora de entrenarse en serio. “A partir de esta semana ya hay que cortar y empezar a ponerse las pilas para hacer una buena base. Hay que renunciar a muchos actos para la que la reclaman porque ya es hora de empezar a trabajar en serio”, afirmó su entrenador. Los Europeos de Barcelona, a finales de julio, exigirán a Marta una perfecta puesta a punto si quiere batir a las rusas.
A los recibimientos que le tributaron los ayuntamientos de Venta de Baños -lleva 25 años corriendo su cross- y de Palencia, sucedieron una larga serie de homenajes, entregas de trofeos, intervenciones en programas de televisión, actos de promoción, entrenamientos de exhibición, saques de honor en recuerdo de su afición al fútbol, presentaciones de libros. Sólo hubo un galardón que se le escapó por poco: el Príncipe de Asturias de los Deportes, que terminó siendo para Yelena Isinbayeva.
Fuente: Sport.
La magistral ejecución que hizo de la rusa Yuliya Zarudneva en el estadio Olímpico berlinés y su nuevo récord de España (9:07.32), que la sitúa, además, al frente del ránking mundial del año, fueron el disparo de salida de una frenética carrera de homenajes y reconocimientos. “Desde que volvió del Mundial no ha parado tres días seguidos en su casa y tiene que ir entrenando allí donde esté. Dentro de todo este lío, intentamos que se entrene al menos cinco días por semana”, explicó César Pérez, el ex corredor de obstáculos que ayuda a Marta a perfeccionar su técnica.
Su viaje más largo fue a Budapest, adonde tuvo que viajar para recibir su trofeo como mejor atleta europea del año. La maleta de Marta empieza a competir con “el baúl de la Piquer” como paradigma de furor viajero. Cuando prepara su equipaje, lo primero que mete son sus zapatillas de entrenamiento y sus plantillas, a fin de poder mantener un grado imprescindible de actividad física para cuando llegue la hora de entrenarse en serio. “A partir de esta semana ya hay que cortar y empezar a ponerse las pilas para hacer una buena base. Hay que renunciar a muchos actos para la que la reclaman porque ya es hora de empezar a trabajar en serio”, afirmó su entrenador. Los Europeos de Barcelona, a finales de julio, exigirán a Marta una perfecta puesta a punto si quiere batir a las rusas.
A los recibimientos que le tributaron los ayuntamientos de Venta de Baños -lleva 25 años corriendo su cross- y de Palencia, sucedieron una larga serie de homenajes, entregas de trofeos, intervenciones en programas de televisión, actos de promoción, entrenamientos de exhibición, saques de honor en recuerdo de su afición al fútbol, presentaciones de libros. Sólo hubo un galardón que se le escapó por poco: el Príncipe de Asturias de los Deportes, que terminó siendo para Yelena Isinbayeva.
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