Ángel Cruz/AS
Es la primera vez que Yelena Isinbayeva, la zarina de la pértiga, viaja a la ciudad ucraniana de Donetsk y regresa a Montecarlo, donde reside, sin un nuevo récord mundial en pista cubierta. Hasta ahora había batido en el Sport Palace Druzhba ocho de sus 27 plusmarcas, pero ayer no pudo conquistar la novena en una reunión exclusiva para la pértiga que organiza anualmente Sergey Bubka, el plusmarquista masculino, hace años retirado.
Yelena saltó 4,85 e igualó su mejor marca mundial de la temporada, pero luego falló las tres veces sobre los 5,01 metros que hubieran sido plusmarca mundial. Y lo hizo con claridad, aunque en la rueda de prensa anterior a la competición había advertido que se encontraba en un gran momento de forma.
Venció, eso sí, con gran claridad, porque la secundaron la brasileña Fabiana Murer, con 4,70, y la polaca Monika Pyrek, plata en los Mundiales de Berlín, con 4,60. En esos Campeonatos Mundiales en los que Isinbayeva hizo un nulo en 4,75 y dos en 4,80, y perdió su título mundial.
Saltar 4,85 puede parecer decepcionante, pero lo es sólo para Isinbayeva, porque esa medida únicamente la han conseguido a lo largo de la historia de la pértiga femenina otras dos atletas: la estadounidense Jennifer Suhr (4,92) y la rusa Svetlana Feofanova (4,88).
En Doha Isinbayeva aspira a su cuarto título mundial consecutivo.
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