I. Roldán/AS
Conchi Sánchez (Madrid, 28-9-1957) fue pionera en jugar al fútbol en España y en irse fuera. Tras 20 años en Italia, se fue a Londres. Ahora está en Bristol, pero ya desea volver.
Usted fue pionera en jugar al fútbol en España y también en marcharse al extranjero, allá por los 70. ¿Es consciente de que hizo historia?
Ahora sí, aunque creo que no se me ha reconocido lo suficiente. Me fui a Italia, al Gamma 3, de Padua, con 15 años y, aunque en España a esa edad ya trabajaba, de aprendiz de peluquera, fue muy duro. Los primeros años estuve viviendo con la familia del entrenador. En España entonces no tenía demasiadas posibilidades, por eso decidí marcharme.
¿Recuerda sus primeros sueldos?
En España cobraba unas 400 pesetas al mes y en Italia, unas 75.000 por la ficha de todo el año.
¿Tuvo que superar muchas barreras?
Eran los 70, los últimos años del franquismo, de la sección femenina... El fútbol femenino no estaba reconocido ni por la Federación Española de Fútbol, ni por la UEFA, ni por la FIFA. Fue una revolución porque nosotras nos atrevimos ya entonces a tocar uno de los bastiones más altos del deporte masculino, el fútbol.
Y le 'bautizaron' como Conchi Amancio.
A esa edad, cualquier cosa te hace ilusión y más si te llaman como un crack. Luego fui la Maradona, Platini, Zidane...
Ya que le llamaban Amancio, ¿será del Real Madrid?
Sí, por supuesto. Además tuve la oportunidad de conocer a Gento, al propio Amancio...
¿Y qué le dijo Amancio cuando le conoció?
Pues que se alegraba mucho de que me llamaran Conchi Amancio, porque era mucho más guapa que él... (risas).
¿Qué recuerdos guarda de aquella época?
Muy buenos. Íbamos a jugar por los pueblos y nos recibían con la banda de música. Nos lo pasábamos genial. Nos trataban como a reinas.
¿Y luego en el campo?
Había de todo. Unos nos llamaban guapas y otros, no tanto. Creábamos debate entre los que defendían que era malo que jugáramos al fútbol y a los que les parecía fenomenal.
Había de todo. Unos nos llamaban guapas y otros, no tanto. Creábamos debate entre los que defendían que era malo que jugáramos al fútbol y a los que les parecía fenomenal.
Y en Italia se quedó nada menos que 20 años.
Y allí gané 10 scudetti y cinco copas. Pese a todo, nunca jugué con la Selección. Coincidió una llamada con una lesión y no volvieron a hacerlo. Jugué por España, pero cuando el femenino no estaba reconocido por la Federación.
¿Y cómo llegó a Inglaterra?
Después de una lesión, tuve tiempo para pensar y decidí cambiar de aires. Me fui a Inglaterra y jugué un año en el Arsenal, donde gané un campeonato, ya al final de mi carrera. Luego acabé los estudios de Terapia y Nutrición y he estado ocho años trabajando en esto. Hasta hace dos meses, que decidí volver al fútbol, en la academia de Bristol. Al final he vuelto al fútbol porque es mi vida y me tira.
¿Piensa volver a España?
Lo estoy deseando. Tengo dos sueños: uno es abrir mi propia escuela de fútbol femenino en España y otra, entrenar a la Selección Española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario