jueves, 18 de febrero de 2010

Las sirenas de una campeona


La vallisoletana Laura López Valle es ahora entrenadora del club Fabio Nelli, donde dirige a las niñas en categoría alevín que competirán en marzo en el Campeonato de España en Madrid. Ella disfruta enseñándoles todo lo que aprendió en la selección.
Cuando Laura López Valle estaba en lo más alto, anunció que dejaba la selección. Y volvió con una medalla de plata colgada al cuello a su casa, a su club de toda la vida, Fabio Nelli, a recuperar la ilusión y disfrutar de nuevo con la natación sincronizada. Ahora su sueño se está cumpliendo, y también el de las niñas que tienen el privilegio de ser entrenadas por una de las mejores deportistas vallisoletanas.
Ellas la miran y la admiran, y no sólo comparten muchas horas de entrenamiento y sacrificio, sino que se llevan valiosos consejos de Laura. Quizás el más importante: que disfruten, que lo vean de forma divertida, que el cansancio es para conseguir otras cosas como formar parte de un equipo y hacer amigos."Soy una persona normal", asegura sonriendo Laura, y lo que ella quiere es tener una buena relación con las niñas, que le cuenten sus problemas, "ser su amiga", en una palabra.
"Para mí estar en mi club de siempre y entrenarlas es una satisfacción. Enseñarles todo lo que he podido aprender en los cinco años que estuve en Barcelona es un lujo", afirma. Un lujo para ella y para sus alumnas. Su vuelta y el haber organizado el Trofeo Internacional Infantas de España en junio del pasado año ha supuesto un "boom" para la natación sincronizada en Valladolid. Han pasado de ser 20 en el club a 60, con edades entre los 7 y 21 años, y a tener que hacer pruebas de selección para escogerlas. "Todo influye, es como hacer propaganda, siempre llama la atención los campeonatos, ver a la selección aquí...", dice una modesta Laura cuando se le pregunta si cree que la gente se ha animado al estar ella de entrenadora.
Próximos campeonatos
Laura está en una piscina desde los cinco años, y compite desde los ocho, cuando era más pequeña que las niñas a las que ahora entrena. Acuden a la piscina de Río Esgueva dos horas y media todos los días de la semana (incluido el sábado) porque su equipo alevín -de 10 a 12 años- y las infantiles irán a competir del 12 al 14 de marzo al Campeonato de España en Madrid. Ella también estará bajo la atenta mirada de los jueces en Barcelona, en el absoluto de invierno el 27 y 28 de febrero.
Confiesa que lo que más le gusta es preparar las coreografías. Todo lo hace ella, junto con las otras tres entrenadoras del club -una su madre Carmen-. Eligen la música, los bañadores, los ejercicios... "Para buscar la música tiene que tener ritmo, ser movida y que se pueda contar", explica mientras un grupo de niñas repiten la coreografía contando los pasos fuera del agua. Primero hacen media hora de "preparación en seco", es decir, ejercicios de flexibilidad, y luego ya se lanzan a la piscina a repetir hasta que les sale. "Cada una toma su decisión, hasta dónde quiere llegar, si quiere ver esto como un deporte o como un entretenimiento más", dice Laura sobre el sacrificio que conlleva.
Como hizo ella, cuando tomó la decisión de dejar la selección, "de lo que no me he arrepentido en ningún momento", asegura. Ni siquiera cuando las ha visto ganar siete medallas (una de ellas de oro) en el Mundial de Roma el año pasado. "Tenía pena por no estar con ellas, las echo de menos, y ellas me mandaban mensajes diciéndome que se acordaban de mí, pero no cambio estar en mi casa por el sufrimiento que conlleva esa medalla", afirma tajante. De hecho, confiesa que ahora va tranquila a los entrenamientos y se lo pasa bien. "Disfruto ahora que puedo, no veo sólo el sufrimiento como lo veía antes", añade.
Sus retos personales pasan por seguir entrenando y estudiando - cursa primero de Educación Infantil- y en junio acudirá al Campeonato de España absoluto y Trofeo Infantas de España que este año se celebra en Castellón. Competirá con un ejercicio solo y con un dúo con su compañera Cristina Sáez, también convocada por la selección junior. Para ello, acudirá a la piscina todos los días de la semana casi cinco horas diarias, como viene haciendo desde que era pequeña. Tan pequeña como las niñas que ahora la obedecen porque saben que Laura ha llegado muy lejos.

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