R. Martí/EL PERIÓDICO DE ARAGÓN
Hace medio siglo que no nevaba tanto en Torrevelilla. La localidad turolense de 200 habitantes situada al sur de Alcañiz tenía el pasado fin de semana medio metro de nieve. Ana Casanova, una amante del deporte, aprovechó la contingencia, se calzó los esquís y realizó descensos a tumba abierta por las empinadas calles del pequeñito pueblo del Bajo Aragón.
Cuando Ana tenía tres años ya nadaba en la piscina de Alcañiz y le gustaba subirse a los árboles. Sus padres se asustaron. Pero pronto se acostumbraron a las trepadas de su valiente hija por los olivos y le apuntaron a una escuela de escalada. Ahora tiene 17 años y ya ha sido dos veces campeona de España de escalada deportiva. La territorial le nombró el año pasado mejor deportista femenina del 2009. "Estaba un poco nerviosa, porque da un poco de corte hablar delante de tanta gente. No quería decir nada y al final me hicieron hablar. Dije cuatro tonterías y salí del paso", afirma con ironía.
Cuando Ana tenía tres años ya nadaba en la piscina de Alcañiz y le gustaba subirse a los árboles. Sus padres se asustaron. Pero pronto se acostumbraron a las trepadas de su valiente hija por los olivos y le apuntaron a una escuela de escalada. Ahora tiene 17 años y ya ha sido dos veces campeona de España de escalada deportiva. La territorial le nombró el año pasado mejor deportista femenina del 2009. "Estaba un poco nerviosa, porque da un poco de corte hablar delante de tanta gente. No quería decir nada y al final me hicieron hablar. Dije cuatro tonterías y salí del paso", afirma con ironía.
Durante el invierno Ana no compite en escalada. Pero lo suple practicando fútbol sala con un equipo de Alcañiz. Juega de defensa y lateral y es muy rápida. Es la estrella del equipo. "Hace años me entrenaba con un equipo de chicos en Castelserás. Cuando pasé a ser alevín ya no podía seguir jugando con los chicos. Busqué un equipo de chicas en Alcañiz. Estamos en la liga de Zaragoza y no nos va muy bien", confiesa la turolense.
Le divierten tanto el fútbol como la escalada. "No me he decantado por ninguna de las dos. Las compatibilizo más o menos bien. Cuando coinciden las dos, elijo escalada. No se suspende el partido si no lo juego...", dice.
Los inicios
Casanova es pequeñita, tímida, explosiva y con mucho nervio. Es un talento deportivo. Con ocho años ya hizo su primera competición. "Estaba en la Comarca del Mezquín. Me entrenaba en el rocódromo de Castelserás". Adrián, su hermano, tiene tres años más y por aquel entonces ya competía. "Pero se cansó. A él le va más la caza. Hay mucha gente que escala y nunca compite. A mí me gusta superarme a mí misma", dice la deportista de Montañeros del Bajo Aragón.
En el 2005 ya empezó a destacar a nivel nacional. "Terminé la cuarta de la Copa de España sub-16. Tenía 13 años". En el 2007 y el 2009 fue la dominadora nacional de la Copa de España, compuesta por tres pruebas y el Campeonato de España.
En el 2007 debutó internacionalmente en el Mundial de Ecuador. "Fue una aventura puesto que coincidió con un terremoto. A nivel deportivo me fue bastante mal. Hay mucho nivel fuera de España. Pero el viaje fue de maravilla. Escalamos en Quito y Cuenca. Prefiero escalar a hacer escalada que turismo viendo iglesias", reconoce la joven deportista.
Escala tres días a la semana en el rocódromo de su pueblo. La única instalación cubierta de cierta calidad de los alrededores es la del pabellón de Torrevelilla. "Es el mejor de la zona. ¡Pero mira que es malo! Es enano y no tiene calefacción, pero a nada que caliento, ya me pongo en acción". A falta de pan buenas son tortas. En el ático de su casa tiene una multipresa para hacer abdominales.
Forma parte del Centro de Tecnificación de Escalada de la FAM que dirige Dani Moreno. "Estamos 16 chavales y seis chicas. El ambiente es muy bueno. Nos juntamos cada mes una vez. Moreno me manda los entrenos por mail".
Prefiere hacer boulder y escalada deportiva en la roca que la propia competición. "A un par de kilómetros de Torrevelilla tengo cinco vías de escalada. En Alcañiz hay muchos sitios para hacer bloque y en el Matarraña hay paredes muy bonitas". No conoce las grandes paredes del Pirineo. "Creo que tendría miedo de escalar tan alto. Aunque tampoco las conozco. Me gustan las vías más cortas, porque enseguida me canso", explica.
Estudia Segundo de Bachillerato en Alcañiz. "Si puedo trabajar haciendo deporte, mejor que mejor. Quiero hacer INEF y podría ser profesora de Educación Física", concluye.
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