viernes, 29 de enero de 2010

Henin y Serena acaban con el sueño chino

Serena Williams y Justine Henin, invitada especial, acabaron con el sueño de toda China al derrotar a Na Li y Jie Zheng, y alcanzar la final.
Serena, con 11 'majors' en su carrera, logró su quinta final en Melbourne Park al vencer a Na Li por 7-6 (4) y 7-6 (1) en dos horas y dos minutos. Henin fue mucho más rápida en despedazar el juego de Zie Jheng en 51 minutos por 6-1 y 6-0. Y ahora ambas se enfrentarán por primera vez en el Abierto de Australia, con ventaja de la europea por 7-6 en sus duelos y con estadística favorable también para la de Lieja, que ha dominado en sus confrontaciones en torneos de Grand Slam por 4-2.
Serena acudirá a esta final del sábado con un récord excepcional. Ha ganado las cuatro veces (2003, 2005, 2007 y 2009) que ha tenido ocasión de disputar el título australiano. Henin, vencedora en 2004, fue finalista en la del 2006 y se tuvo que retirar en ella por problemas estomacales frente a la francesa Ameli Mauresmo. Su última participación en este torneo se saldó con los cuartos de final ante la rusa Maria Sharapova en 2008.
'Ella (Serena) es una luchadora nata y tendré que sacar mi mejor tenis si quiero ganar el título', dijo Henin tras su victoria ante Zheng, al recordar cómo la pequeña de las Williams escapó en cuartos contra la bielorrusa Victoria Azarenka cuando perdía por 6-4 y 4-0.
Para Serena, vencer a Na li, que el próximo lunes aparecerá por primera vez entre las diez primeras del mundo significó un duro trabajo. 'Na Na', como la animaron los seguidores chinos que llenaron de banderas rojas la Rod Laver Arena, luchó durante las dos horas y dos minutos de duelo con una gran solidez, salvó cuatro bolas de partido y provocó que la número uno del mundo se ahogara, falta de aliento, por los largos intercambios que forzó desde el fondo.
'Jamás bajó los brazos, es una gran luchadora', dijo Serena, con trabajo pendiente durante la jornada, pues tenía partido de semifinales de dobles también junto con su hermana Venus. Era un día especial para China, pues el tenis de este país había colocado a la vez, y por primera vez en la historia, a dos de sus representantes en esta ronda de un grande.
El tatuaje de Na Li, un corazón atravesado por una rosa, dibujado en su pecho, palpitó durante todo el partido. La jugadora china, casada con su entrenador, Jiang Shan, aunque ahora trabaja también con el sueco Thomas Hogstedt, no paró de correr durante la primera semifinal del Grand Slam de su carrera.
Pero Serena impuso su mayor experiencia para sellar el encuentro con su duodécimo saque directo. Entonces, su grito, mezcla de garra y orgullo, tronó con fuerza en la central del Abierto de Australia.
Después de tamaña batalla, Henin fue rápida y contundente para vencer a Zheng en menos de una hora, en una clara demostración de que su ansia por ganar de nuevo un grande ha anidado en su espíritu durante los casi dos años que ha permanecido fuera de las pistas.
Zheng logró ganar de inicio su saque, pero después el poderío de Henin se manifestó con fuerza, acelerando sus acciones, para que la raqueta china no pudiera ni siquiera pensar. Tres roturas, en el tercer, quinto y séptimo juego, con doce golpes ganadores, por solo uno de su rival, fueron suficientes para ganar este parcial en 27 minutos.
Ni siquiera importó que el porcentaje de primeros servicios de Henin llegase a un ridículo 53 por ciento de efectividad, porque bastaba poner en juego la bola para dominar de principio a fin. Henin, finalista en Brisbane, ganó los últimos doce juegos de forma consecutiva, rompiendo de nuevo tres veces en el segundo set y ahora disputará su primera final del Grand Slam desde que ganó el Abierto de EE.UU. en 2007 frente a su compatriota Kim Clijsters.
Fuente: Efe.

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