martes, 26 de enero de 2010

Las Williams están en los cuartos de final de Australia


Venus Ebone Starr y Serena Jameka Williams son las hermanas show del circuito profesional femenino desde hace una década. Entre ambas suman 18 títulos en torneos de Grand Slam y otros nueve más en la modalidad de dobles. Y aunque no son muy queridas entre sus rivales de campo, lo cierto es que su potencial deportivo no tiene discusión.

Serena, la menor, con 28 años de edad, es la actual número uno del mundo, ha ganado once campeonatos de los grandes (cuatro Abiertos de Australia, un Roland Garros, tres Wimbledon y tres US Open) y un total de 34, más dos medallas de oro olímpicas en Sídney y Pekín, en parejas.
Venus, la mayor, con 29 años, se ubica en la casilla sexta del ranking de la WTA, aunque ya ha sido en varias oportunidades la reina del mundo, la primera de ellas el 25 de febrero de 2002, día en el que se convirtió en la primera jugadora afroamericana en ser la número uno. Aunque llegó al profesionalismo un año más temprano que su hermana (1994), Venus suma siete títulos de Gran Slam (un Abierto de Australia, un Roland Garros, cuatro Wimbledon y un US Open).
Pero además de estas hojas deportivas deslumbrantes, las hermanas Williams, hijas de Richard y Oracene, suman entre las dos una fortuna de más de US$50 millones, en premios oficiales que reporta la WTA, sin contar el jugoso contrato de Serena con Nike y las entradas del almacén de su propia marca de ropa deportiva que tiene Venus (ella misma luce sus diseños en la cancha).
Ayer, las dos se instalaron en los cuartos de final del Abierto de Australia, el primer Gran Slam del año, del que Serena es su actual campeona, y en el que las hermanas podrían enfrentarse en la semifinal. La mayor se situó en esta fase por séptima vez, al derrotar a la italiana Francesca Schiavone en tres sets con parciales de 3-6, 6-2, 6-1. Su hermana menor apartó de su camino a la local Samantha Stosur por 6-4 y 6-2.
Sin embargo, las Williams no son las más queridas del circuito, debido a escándalos pasados que protagonizó su padre, Richard, que en múltiples ocasiones acusó al circuito de racista. Pero también logró ahondar el rechazo hacia sus hijas, al soltar frases cargadas de arrogancia y, claro, también de mentira: “Soy propietario de un espacio aéreo sobre India. He considerado comprar el centro Rockefeller y la Torre Eiffel”. Sus declaraciones siempre fueron tan revoltosas que inclusive el señor Williams está vetado en algunos torneos.
De hecho, el carácter de las dos es tan fuerte como sus golpes. Un hecho aún latente en la memoria de los aficionados del tenis fue la bochornosa pelea de Serena contra un juez de línea en el pasado Abierto de Estados Unidos, tras el que la tenista fue expulsada del torneo y multada.
Las hermanas siempre están acompañas por su madre, divorciada hace muchos años de Richard. En familia aún guardan el dolor del fallecimiento de Yetunde Price, la hermana mayor, quien fue asesinada en 2003, cuando caminaba por la comunidad pandillera de Compton, donde se criaron las Williams, porque no siempre sus vidas fueron color rosa.
Fuente: El Espectador.

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